A los negros les gusta rodear a las chicas blancas y soplar en todas sus rendijas, así que es imposible detenerlos. Hasta que no prueban sus agujeros unas cuantas veces, no paran. Esa es la cara de la zorra antes de que se le peguen las cejas. Pero no habrá ninguna arruga. )))
El bombón se gastó todo el dinero en materiales de construcción, y el amo no tuvo más remedio que conformarse con el cuerpo de la morena ardiente.