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Digámoslo así. Cada hombre se merece la mujer que tiene. En este caso, el marido es un holgazán. La mujer trajo al cabrón y en lugar de echar inmediatamente a la esposa y al amante de la casa, se limitó a decir unas frases de objeción que no tenían ningún peso entre esos dos. Una humillación aún mayor fue cuando, después de que su esposa había sido follada, cogieron y salpicaron de semen la cara del marido y éste volvió a dar una bofetada.
Por cierto, ¡este calvo tan inflado no es otro que Johnny Sins! El dueño de una de las pollas más grandes de la industria del porno. Así que esta joven rubia tiene mucha suerte de entrar en esta industria protagonizando con semejante actor de una vez. Pero podemos ver que el rodaje no es fácil para ella. Durante toda la película casi no puede decir una palabra, ya que la enorme polla del calvo le penetra el coño a fondo, lo que le cuesta mucho esfuerzo para no gritar de dolor.