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Me da envidia, me gustaría estar en el lugar de ese negro con la polla grande. Mira la avidez con la que esta chica devora el enorme falo del negro. Al principio está chupando, tratando de tomar en su boca la mayor cantidad posible de esta montaña de músculos, luego devora con avidez su polla con su vagina - no cabe, pero ella, sin embargo, aguantando el dolor, sigue metiéndose todo lo que puede.
Una habitación roja, una vela parpadeante y una jugosa mujer con una máscara negra, con orejas de gato. Sus piernas abiertas y esperando ser castigada. ¿No es esto lo que todo macho brutal sueña, no es este el espectáculo que su cerebro imagina? Sus bragas colgando de la boca sólo acentúan su humillación. La empujan hasta el fondo, jadeando, pero ¿quién va a compadecerse de ella? Sus bragas se balancean de un lado a otro, la polla en tensión golpea con fuerza su húmedo agujero. Y no hay otro camino con la perra: ¡debe obedecer dócilmente todas las órdenes del amo!
Para los que conocen de primera mano lo que es el sexo, enseguida queda claro que es el negro musculoso, que tiene un gran tronco, el que puede satisfacer a estas dos gordas. Para un blanco con una talla media, las posiciones en las que este negro las asa están fuera de su control.
Me habría jodido que un puto desconocido te llevara a un vestuario y te follara.