Una chica tan delgada tiene un culo en miniatura. Le costó mucho tiempo resolverlo. Pero el negro no tenía tiempo para esperar. Después de la mamada, metió su perno en el culo de la chica. No sé lo que estaba pasando, pero creo que lo hizo muy bien. Después de ese mazazo en el culo, sumergirse en su coño fue como unas vacaciones. ¿Y por qué a esa chica morena le gustan los negros? ¿Tienen la polla más dulce o el esperma más sabroso?
Pues bien, cuando la rubia tuerce su culo delante de la nariz del entrenador, su reacción es predecible. Tirando de su boca hacia su pimienta y vaciando sus bolas justo en su lengua es un buen final para el entrenamiento.